Sé que seré un líder exitoso si mi equipo logra su mejor versión trabajando conmigo.

Entonces salto a creer que la manera de lograrlo es dándoles mis consejos, compartiéndoles mis ideas, demostrando mi capacidad. Uuuu, feo. Esa sí que no es la forma, pero que tan difícil es romper ese comportamiento.

Yo lo hago todo el tiempo, sé que la estoy embarrando. (Por lo menos ya me di cuenta que está mal 🙇) Cambiar se volvió mi prioridad y por eso llegué a este libro.

Un framework para transformar mi estilo de liderazgo a uno que me lleve a ser la catapulta de mi equipo, en vez del martillo que soy aplastándolos con tanta habladera.

La manera es sencilla, pero bien difícil de aplicar, como todos los mejores consejos.

Habla menos, escucha más. Haz más preguntas, escucha las respuestas, pero no pensando en qué responder, sino con genuina curiosidad. Y vuelve a preguntar, que la rompes si tu equipo encuentra las soluciones a sus problemas por ellos mismos, por medio de esta reflexión.

¿Pero específicamente qué pregunto? ¿En qué orden? ¿Cuándo paro de preguntar? ¿Cómo abordo la conversación?

Las respuestas están aquí, en The Coaching Habit.

En vez de decirte cuánto lo recomiendo te voy a decir qué hice cuando lo acabé: Diseñe una infografía que pegué en mi portátil con las preguntas y estructura que debo llevar en cada conversación que tenga con mi equipo. Creí a ciegas cuando lo leí, verlo en acción me convirtió en devoto.