Phil Knight, jóven, buscador, recién salido de la universidad, pidió prestados cincuenta dólares a su padre y lanzó una empresa con una misión simple: importar zapatos para correr de alta calidad y bajo costo de Japón.
Hoy la empresa se llama Nike.
Pelos de punta. Sorpresa. Lágrimas al final. Uno de mis libros favoritos de toda la historia.