Plutarco estaba convencido que la mejor manera de convertirse en un gran líder era siendo aprendiz de uno.
Menemachus, un joven político proveniente de lo que hoy es Turquía, no tenía tiempo para seguir ese camino, así que Plutarco accedió a escribirle este ensayo con las claves para liderar.
El resultado, un manual atemporal de cómo ser un buen líder.
Impresionado ante tanta sabiduría.
Aunque enfocado en la política, 99% aplicables en la vida de un emprendedor.
Demasiadas enseñanzas. No pude llegar a 3 aprendizajes. Comparto 5 con remordimiento por todas las que dejo afuera:
1)Entre mejor sea la persona, mejor el líder. Entre mejor sea el líder, mejor la empresa.
El desarrollo moral es requisito para ser un gran líder. El buen liderazgo no depende de implementar una estrategia. Depende de un carácter íntegro, bien forjado.
2)Así como el ignorante no puede enseñar, ni el desordenado impartir orden, quien no se puede gobernar a sí mismo, no puede gobernar a los demás.
¿Quién gobierna al líder? Sus principios. Su carácter.
¿Cómo está el tuyo? ¿Cómo lo entrenas cada día?
3)El liderazgo implica la entrega a tus seguidores, sacrificando tus intereses por los suyos.
A un líder le debe dar más miedo causar daño, que sufrirlo.
Tu carácter genera o no la reputación que necesitas en tu equipo. Hasta que la tengas podrás generar en ellos un cambio.
4) El poder es mejor cuando se distribuye.
Produce menos envidia, y se vuelve más efectivo, más capaz.
Así como una mano, que al dividirse en dedos no se hace más débil, antes se convierte en una herramienta útil y fuerte.
5)No solo el cargo trae honor a la persona, sino que la persona también trae honor al cargo.
Un trato humano, cordial y respetuoso a tu equipo trae más honor que cualquier título o cargo.
¿Lo estás trayendo a tu trabajo cada día?